Estimados amigos, quiero haceros llegar una reflexión.
Trata sobre lo que me he encargado de denominar PROMISCUIDAD SENTIMENTAL.
Quiero que nos planteemos no girar la cabeza hacia otra parte, cuando estamos sufriendo, llevados como un rebaño de ovejas, de la mano de la moralidad establecida, la infelicidad tolerable que supone la promiscuidad emocional.
Hasta hace poco, de una manera u otra, acostarse con varias personas en intervalos de tiempos relativamente cortos, era una práctica sobre la que no había tapujos. Se era, o no se era promiscuo. La sociedad nos explicó, sin evidencias, como lo hace siempre, que esta era una práctica reprobable. Y hemos diseñado, de nuevo movidos por la necesidad de inclusión en los parámetros de lo socialmente aceptable, una nueva manera de relacionarnos.
Actualmente sí vemos con buenos ojos que tengamos sexo con personas con las que hemos cenado, charlado, tomado un café, y visto más de dos veces. Nos involucramos emocionalmente lo justo para que el sex sea lícito, pero sin llegar a ser salpicados por el charco del compromiso. Resulta que cuando llegamos al sexo, ya hay cosas que tenemos en común, y en ese momento "NO ESTAMOS SIENDO PROMÍSCUOS".
Señores, señoras, sí estamos siéndolo. Estamos llevando nuestro cuerpo y nuestra alma a la espiral negativa de la promiscuidad afectiva. Además. en realidad, esta interactividad sentimental y emocional está socavando la autoestima, y la salud mental de las personas que la practican. ¿A cuántos hemos escuchado tener una media de 6 novios al año? ¿Los hemos llegado a tener nosotros?
Si te preguntas la razón de que un chico te caiga bien, compartas cosas con él, pero te haya aburrido el sexo después de 4 polvos... amigo, has caído en la trampa. Has practicado sexo socialmente lícito, pero emocionalmente desequilibrante.
Volvamos a la verdad. Hagamos sexo anónimo. O bien a hagamos el amor. Pero no nos hagamos más daño practicando sexo “socialmente aceptable”.
Edgar RG
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No, qué?
ResponderEliminarME parece muy bueno este articulo, se debe fomertar mas la estabilidad en todo sentido, y con eso tambien la estabilidad emocional, el sexo sicialmente aceptable, lo que hace es un daño a todo lo q pensamos y como sentimos, por que lleva a la persona que lo practica en determinado momento sentirse vacio, pero con la ansiedad de llenar el vacio que se les hace mas grande cada vez q fracasan en este tipo de relaciones. Hay que poner cuidado como jugamos con nuestra mente, que es quien nos maneja
ResponderEliminarHola, me parece muy interesante tu reflexión y creo que tienes la razón. Personalmente, acabo de pasar por eso por primera vez y el vacío que se siente luego de la supuesta conexión inicial con la otra persona es tal que me deprime un poco. Al comienzo creí q podría haber algo bonito entre los dos, pero luego me aburrí sin querer. De verdad es decepcionante y no me interesa volver a pasar por lo mismo, mi curiosidad está satisfecha, para qué más.
ResponderEliminarqué genila desahogarme un poco por acá ;) gracias por publicar esa forma de ver las situación.. saludos!
bueno lo de la promiscuidad ha existido siempre....pero lo importante es que los chanchos no embarren a los otros chanchos que no quieren embarrarse o a otros animales que tampoco les gusta el barro..........saludos
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